Sabemos que el limón es una fruta rica en vitamina C y por ello, lo usamos como fuente de este micronutriente en nuestra dieta habitual. Sin embargo, este alimento puede ofrecernos mucho más y no sólo vitamina C para tu dieta. A continuación te contamos todo lo que puedes obtener del limón en tu mesa.
El limón además de ofrecernos vitamina C, puede proveer a nuestra dieta vitamina E y selenio, todos nutrientes con función antioxidante que no sólo beneficiarán a nuestro organismo elevando las defensas, sino también protege de la oxidación a otros alimentos, por ejemplo, la banana, el aguacate u otros se preservan mejor si los rociamos con unas gotas de zumo de limón.
Por otro lado, este cítrico puede ofrecernos minerales buenos para el buen funcionamiento neuromuscular, tales como potasio, magnesio o hierro. Asimismo, es fuente de vitaminas del complejo B que contribuyen a la correcta actividad del sistema nervioso y al metabolismo de otros nutrientes.
No podemos olvidar que su ácido cítrico es muy aromático, brinda sabor a las comidas y además, es estimulante del movimiento intestinal. También es destacable el alto contenido de fibra del limón, que ronda los 5 gramos por cada 100 gramos de alimento y su bajo aporte calórico, ya que no supera las 30 Kcal.
Con limón podemos elaborar desde ensaladas de frutas con su pulpa, hasta zumos naturales o pasteles que incluyen no sólo su pulpa y zumo sino también, su piel rica en antioxidantes y fibra.
El limón no sólo es vitamina C, sino que tiene para ofrecernos otras tantas propiedades valiosas para nuestra dieta y la salud que no podemos dejar de aprovechar.
Las propiedades curativas del limón
Su alto contenido en vitaminas lo coloca en la cumbre de los frutos sanadores por ser un poderoso antibiótico natural, depurativo y bactericida. Su gran aporte de vitamina C ayuda a reforzar las defensas, evitando y ayudando a combatir multitud de enfermedades, entre las que podemos destacar:
Resfriados y gripes: El alto aporte de vitaminas ayuda al aparato respiratorio a combatir enfermedades que van desde un simple catarro, ronquera o amigdalitis hasta pulmonías, gripes o asma. Se pueden combatir con jugo de limón endulzado con una cucharita de miel.
Antiviral: No sólo es efectivo contra los virus del resfriado y la gripe, sino también contra gran variedad de intrusos. Esta propiedad le viene del limonoide terpeno, un componente propio que consumimos en el jugo natural de limón.
Limpieza intestinal: Tomar una taza de agua tibia con el jugo de un limón en ayunas nos ayudará a activar los intestinos, mejorando su bombeo, además de limpiar y desinfectar todo el tracto intestinal. También esta terapia desintoxica el hígado.
Antitumoral: Tiene componentes que impiden la división de las células cancerígenas, por lo que sería conveniente incluirlo en nuestra dieta diaria como prevención además de ser un poderoso antioxidante. Consumirlo en jugos o como aliño de ensaladas.
Elimina cálculos en el hígado y vesícula: Para ello hay que tomar medio vaso de aceite de oliva con el jugo de varios limones. Hay que hacerlo al acostarnos y otro al levantarnos en la mañana, seguidamente un purgante que puede ser sales de Epson para decir adiós a piedras y arenilla.
Equilibra el pH: Aunque el limón es ácido, tiene un efecto alcalinizante en el organismo, con lo que es muy beneficioso tomarlo sin endulzar para equilibrar los ácidos.
Cerebro y Sistema Nervioso: En la cáscara hay tengeretina, un fitonutriente que es eficaz contra trastornos del cerebro y sistema nervioso, como el parkinson. Es conveniente, por ello, utilizar la cáscara rallada para incorporarla a nuestra dieta.
Trastornos oculares: El fitonutriente rutina colabora para mejorar los síntomas de trastornos oculares, entre ellos la retinopatía diabética. Consumo en jugo natural o con agua sin azúcar.
Diabetes y alergias: Los limones son ricos en hesperetina, que baja el excesivo nivel de azúcar en sangre y alivia los síntomas de las alergias. Tomar solo el jugo de la fruta.
Heridas: El limón ayuda a cicatrizar todo tipo de heridas, con un gran poder de desinfección. Se le puede dar uso tanto externo como interno.
Para tomar limón de forma asidua es aconsejable consultar al médico o dietista, pues cada organismo es un mundo y se han visto algunas contraindicaciones en personas con anemia o escasez de minerales, fragilidad de los huesos y alguno que otro problema donde su alto consumo pueda no ser recomendado.
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